“No era eterno: Historia de vida y una generación de fútbol que nos permitió soñar”, el libro que transforma la experiencia personal en un legado de superación
Puerto Montt (Chile).– El escritor chileno Alfonso Eduardo Haros Haros, nacido en Valparaíso y actualmente residente en Puerto Montt, irrumpe en el panorama literario con una obra honesta, valiente y profundamente humana: No era eterno: Historia de vida y una generación de fútbol que nos permitió soñar. Una publicación que se suma al creciente interés por publicar un libro y demuestra cómo la literatura testimonial puede convertirse en una herramienta de memoria, identidad y motivación.
Recién iniciado en la escritura este mismo año —un objetivo personal largamente postergado— Haros Haros se estrena con un libro que combina confesión, deporte, duelo, resiliencia y reflexión generacional. La obra se inscribe en el género de no ficción y hechos reales, y nace desde un impulso íntimo: dejar una huella, un legado, una historia que pueda acompañar a quienes atraviesan momentos difíciles y buscan recuperar el rumbo de sus sueños.
Una historia nacida en el sur de Chile
No era eterno se gestó en Puerto Montt, en ese territorio donde el mar, la lluvia y la memoria conviven con la pasión futbolera de Chile. Allí, el autor encontró en el fútbol —el deporte que ama, y del cual es entrenador profesional— el hilo conductor para narrar una vida marcada por la búsqueda de estabilidad, los desafíos laborales, el peso de las responsabilidades familiares y una pérdida devastadora: la muerte de su padre en 2023.
“Sentía la necesidad de escribir mi historia”, explica el autor. Y desde esa necesidad, la narración despliega una serie de momentos que van desde la alegría de estudiar lo que siempre soñó, hasta la precariedad laboral que lo obligó a replantear su futuro. Es también un recorrido emocional, donde el dolor convive con la convicción de que los sueños se alcanzan con perseverancia.
Haros entrelaza su biografía con la trascendencia deportiva de la llamada generación dorada del fútbol chileno, una época que marcó a millones y que, como él señala, “nos permitió soñar”. Esa metáfora sirve también para comprender el título del libro: nada es eterno; ni las generaciones deportivas, ni los momentos, ni las personas. Pero lo que permanece es el impacto emocional que dejan en quienes las viven.
Un testimonio que engancha por su honestidad
A diferencia de los libros convencionales, esta obra destaca por su sinceridad: está escrita desde la emoción real, desde el dolor vivido y desde la felicidad auténtica. Cada página transmite el pulso de quien no pretende crear un personaje perfecto, sino compartir un proceso humano donde la constancia y la convicción se convierten en herramientas de supervivencia.
El autor ofrece un mensaje claro: los golpes de la vida pueden tambalearnos, pero no deben desviarnos de nuestros objetivos. La historia —al mismo tiempo íntima y universal— inspira a aquellos lectores que enfrentan crisis, pérdidas o dudas personales. Y lo hace desde una voz cercana, humilde y profundamente honesta.
Las opiniones recibidas hasta ahora destacan el carácter conmovedor, resiliente y valiente de la obra. Muchos lectores coinciden en describir al autor como constante, dedicado y fuerte, valores que se reflejan con nitidez en el libro.
Personajes reales, vínculos reales
Los protagonistas que acompañan al autor en este recorrido vital no son ficticios: son su familia, sus tíos, sus primos, sus padres, sus hermanos y sus amigos. Personas que marcaron su infancia, sostuvieron sus búsquedas y lo acompañaron incluso en los momentos más duros.
Cada uno de ellos aparece descrito con agradecimiento y calidez. Son parte esencial de su identidad, de su historia y del mensaje que el autor desea transmitir: nadie alcanza sus sueños en solitario.
Letrame Grupo Editorial: un aliado para transformar historias en legado
La editorial que impulsa voces auténticas
En este proceso, Letrame Grupo Editorial ha sido la plataforma que ha permitido que la obra vea la luz y llegue a lectores de diferentes lugares. La editorial, especializada en acompañar a nuevos autores en cómo publicar un libro, ha destacado por su compromiso con historias profundamente humanas como No era eterno.
Para quienes buscan una editorial que respalde voces nuevas y auténticas, la experiencia de Haros es un ejemplo de cómo un proceso editorial bien acompañado puede transformar una historia personal en una obra literaria con impacto.
Un debut que marca el inicio de un camino
Aunque es su primera publicación, el autor asegura que no será la última. La experiencia ha sido “única y muy linda”, y su intención es seguir escribiendo, seguir dejando huella, seguir compartiendo mensajes que puedan sostener a quien lo necesite.
Respecto a las ventas, mantiene una postura humilde y transparente: su objetivo nunca fue comercial, sino emocional. “Si se venden muchos ejemplares sería un sueño cumplido”, afirma. Pero lo más importante para él es que cada lector encuentre en sus líneas una chispa de inspiración.
No era eterno es, en definitiva, un relato necesario, emotivo y auténtico. La historia de un hombre, de una generación, de un país que soñó, cayó, se levantó y continúa creyendo. Es un libro que invita a mirar hacia dentro y hacia adelante, recordándonos que la vida, como el fútbol, se juega día a día.
